ESTE BLOG NO ES APTO PARA MENTES CERRADAS. NO ES APTO PARA CONSERVADORES.... ESTE ES UN BLOG QUE SURGE PARA MOSTRAR Y DAR A ENTENDER LA VIDA EN SUS MULTIPLES FACETAS….


martes, 13 de julio de 2010

El condicionamiento religioso es una cuestion de odio y racismo

¿A qué se debe el fuerte condicionamiento religioso al que está expuesto este debate? Lo que está en el fondo de la cuestión es su profundo odio y racismo contra las personas de orientación sexual no heterosexual y el concepto de género, que termina perjudicando incluso los derechos de las mujeres. 

Cualquier hecho humano, inclusive la propia familia y la configuración social de las mujeres, no son per se naturales. Hay una lectura social que es siempre histórica y situada de lo que suponemos es natural. Sostener la existencia de una ley moral natural supone colonizar todas las culturas por el pensamiento occidental o el de una religión.

Culturalmente esta posición termina en discriminación y no pocas veces en violencia, racismo y exterminio. El problema está en considerar los hechos sociales como algo natural olvidando que todo tiene una historia, un contexto de aparición y de interpretación específicos.

La Iglesia apela al concepto de "discriminación justa" para impedir que se legalicen estas relaciones ¿Cabe la adopción de este término? La denominada "discriminación justa" no es más que racismo disfrazado. Esto es, "que no se puede otorgar igual tratamiento a lo que es esencial y naturalmente distinto". Durante siglos se ha usado este principio para disminuir el estatus de las mujeres, y así fue legislado en nuestros códigos hasta las reformas que garantizaron la igualdad civil entre los sexos.

 El mismo tipo de razonamiento sirvió para sostener las leyes nazis que prohibían el matrimonio mixto entre judíos y arios (Ley de protección de la Sangre, 1935) o entre negros y blancos durante tanto tiempo en los países con historia de esclavitud o apartheid. Los sociólogos y antropólogos tienen claro que las instituciones responden a los cambios sociales que se producen en las distintas sociedades. Y las familias homoparentales son un hecho social. Y es sobre esta evidencia empírica donde el estado y el derecho deben centrarse. Lo demás es pura retórica sin sentido.

Si hablamos de igualdad formal ante la ley, una "casi" igualdad no es igualdad. No hay razones para "dosificar" los derechos de la población LGBT con instituciones tales como la unión civil o soluciones intermedias y devaluadas para legalizar sus uniones. La parcialidad del reconocimiento recuerda el argumento de la segregación o el apartheid. Un régimen segregado o separado no hace más que fortalecer la diferencia en términos discriminatorios, de inferioridad respecto al resto.

La abrumadora mayoría de estudios realizados en los últimos 40 años en varios países, demuestran que no hay ninguna diferencia sustantiva entre los niños y niñas por haber sido criados en uno u otro entorno familiar. En esta cuestión las pruebas que aporta la investigación empírica son unánimes.

Igual evaluación sostienen las principales asociaciones profesionales y académicas del mundo que adoptaron resoluciones donde destacan que ni el sexo ni la identidad de género u orientación sexual sean motivos que impidan o desaconsejen la adopción, apoyando además la legalización de los matrimonios entre parejas del mismo sexo. Un argumento que se usa frecuentemente es que estos niños y niñas van a ser discriminados. Algo contradictorio.

Sólo serán discriminados en tanto quienes así lo afirman mantengan las situaciones de discriminación. No se puede plantear como impedimento matrimonial que un niño/a pueda sufrir a futuro porque la sociedad es discriminatoria. No se les dice a los afrodescendientes o a los judíos que no se reproduzcan en las sociedades donde subsisten prejuicios contra ellos porque sus hijos/as van a sufrir.

Una sociedad no necesita estar "preparada" para ampliar derechos. La ampliación de derechos a un sector, que tiene los mismos vulnerados, responde a una coyuntura histórica de fuerzas que permite que la relación de subyugación y exclusión cambie. La sociedad nunca estuvo preparada para esos cambios pero sucedieron por la fuerza de la justicia y la clara intervención política de los movimientos que se formaron y lucharon para reclamar sus derechos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario