Dentro de este líquido, lo más conveniente es el juego y el preámbulo al coito en sí mismo, pues el “acto” es mejor que lo continúes “en tierra firme”.
Aunque no lo parezca en las películas, hacer el amor en el agua no es tan fácil como parece, pues también la penetración aquí tiene sus riesgos, sobre todo por ciertas irritaciones e infecciones que pueden producirse, pues el agua se introduce en la vagina o en el ano debido a la acción del pene en estas zonas y no siempre, las piscinas, jacuzzis o hasta bañeras, tienen las mejores condiciones de higiene y esterilización, y las bacterias inician con su trabajo. Ten cuidado con el sitio que eliges para hacer realidad esta fantasía.
Otro de los inconvenientes, es la difícil que puede tornarse el protegerse con eficacia. ¿Si alguna vez has intentado usar un preservativo bajo el agua? Realmente no es nada fácil. Aunque te coloques el preservativo fuera del agua, ésta acaba introduciéndose rápidamente por la base hasta hacerlo resbalar.
Recuerda que el sexo acuático es igual de riesgoso que el sexo en tierra, así que corres el mismo riesgo de embarazar o embarazarte, así como de contraer una enfermedad venérea. Por esto no es conveniente que te dejes llevar por la pasión y dejes de lado la protección.
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