Al igual que los otros primates, los seres humanos utilizan la excitación sexual con fines reproductivos y para el sustento de vínculos sociales, con los cuales se crea una familia.
A través del sexo también se desarrollan facetas profundas de la afectividad y la conciencia de la personalidad de los individuos que conforman la sociedad. Muchas culturas especialmente orientales dan un sentido religioso o espiritual al acto sexual, así como ven en ello un procedimiento para mejorar o perder la salud.
Los comportamientos sexuales de los humanos son producto de su cultura, su inteligencia y sus complicadas sociedades, y no están gobernados del todo por los instintos, como ocurre en casi todos los animales. “Sin embargo, el motor base del comportamiento sexual humano sigue siendo el instinto, aunque su forma y expresión dependen de la cultura y de elecciones personales; esto da lugar a una gama muy compleja de comportamientos sexuales. En la especie humana, la mujer lleva culturalmente el peso de la preservación de la especie”. Pienso que desde entonces existe tanto machismo.
El sexo masculino y femenino han reinado por miles de años. Sin embargo, “en la mayoría de las ocasiones, los hombres nacen con genitales masculinos y los cromosomas XY, mientras que las mujeres poseen genitales femeninos y dos cromosomas X. Sin embargo, existen personas que no pueden ser clasificadas por estos factores, ya que poseen combinaciones de cromosomas, hormonas y genitales que no siguen las definiciones típicas que se han relacionado con el varón y la mujer. De hecho, algunas investigaciones sugieren que uno de cada cien individuos puede nacer con rasgos intersexuales, o lo que vulgarmente se conoce como hermafrodita”.
Por eso quienes nacen sin definición sexual o con los dos sexos, la sociedad quiere involucrarlos en uno de los dos géneros, puesto que no se ha aceptado ese que podría llamarse tercer sexo, que suministra la naturaleza desde tiempos remotos. Esas personas que nacen doblemente sexuados generalmente tienen problemas para convivir en sociedad, porque habitualmente son discriminados.
El sentirse hombre o mujer es lo aceptado en esta sociedad. En la vida cotidiana, la sexualidad cumple un papel muy destacado ya que, desde el punto de vista emotivo y de la relación entre las personas, va mucho más allá de la finalidad reproductiva y de las normas o sanciones que estipula la sociedad, va más allá también de lo afectivo, ya que forma la esencia a nivel cultural; cuando las parejas heterosexuales deciden unirse sexual y emocionalmente, es normal, pero si esas relaciones emocionales y sexuales son entre personas del mismo sexo en algunos sectores siguen siendo valoradas negativamente y hasta son causa también de discriminación; en pocas palabras lo sexual aunque es natural, está lleno de tabúes.
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