La represión sexual no es algo que hayamos borrado de un plumazo con la llegada de la modernidad o del siglo XXI. Muchas veces te hemos hablado de temas tan polémicos como el nudismo o las relaciones sexuales. Cada uno lleva su sexualidad de una manera diferente pero ¿crees que todavía hay gente que no vive plenamente su sexualidad?
La represión sexual puede ser causada por muchos motivos. Si crees que este puede ser tu caso, lo mejor es que te pongas en manos de un psicólogo o sexólogo que te ayude a resolver tus posibles traumas. Desde aquí vamos a apuntar a algunas de las posibles causas, tanto sociales como individuales, que pueden propiciar personalidades reprimidas.
En primer lugar nos topamos con el asunto de la religión. Desde este prisma de acción nos encontramos con dos tipos de reprimidos: los voluntarios y los involuntarios. Está claro que un religioso o religiosa debe de hacer gala de una enorme voluntad de represión si quiere cumplir con el requisito católico de la abstinencia. La represión, tal y como estamos viendo ultimamente por doquier, puede causar seres enfermos que abusen de su autoridad sobre los más débiles… desgraciadamente. Aquellos que han tenido una educación religiosa sexualmente represiva es posible que desarrollen pudores más o menos inconscientes. La represión de los instintos, en este caso, forma parte de la educación sentimental/sexual de la Iglesia.
Y aunque no todos estén de acuerdo, sí es posible que un individuo desarrolle conductas represivas aún en contra de su voluntad.
Los tabús culturales sobre el propio cuerpo o la no aceptación de una orientación sexual discordante con la norma social también pueden ser un motivo poderoso para no dar rienda suelta al deseo sexual. Está claro que la sexualidad no responde solamente a impulsos físicos (si fuera así, este artículo no tendría lugar), sino que tu estado mental puede infuir muy mucho en la experiencia corporal. Así, una vida sexual saludable pasa por aceptarnos a nosotros mismos.
También hay ocasiones en las que se puede estar desorientad@ respecto de los roles sexuales o sociales a adoptar en una relación. Por ejemplo, tradicionalmente se ha esperado de las mujeres que fueran sumisas, y que los hombres diesen el primer paso. ¿Qué pasa cuándo una mujer desea ser sexualmente agresiva? ¿Y cuándo un hombre quiere ser el agente pasivo? Muchos se reprimen en su deseo de romper con los estereotipos sexuales.
En el caso de los los religiosos, la represión es el camino a la abstinencia y es, por lo tanto, voluntaria
Por otro lado, y en un orden distinto, se encuentran aquellas personas que muestran una conducta represiva a causa de una situación previa traumatizante, como abusos o violaciones. Sin embargo, y sea cual sea el origen de la represión, en la base está el miedo. Puede ser rechazo hacia tu cuerpo, sentimiento de culpa, temor a la opinión del otro… averigua cuál es tu miedo y comienza a romper las barreras que no te dejan ser como quieres ser.
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