1- Sentimientos de culpa y vergüenza, algo así como “qué va a pensar Juan si soy yo la que inicio la relación”;
2- El trabajo y las obligaciones absorben toda la energía;
3- Reacciones displacenteras durante la relación: puede suceder que recuerdos traumáticos de experiencias previas o incomodidad cuando sus parejas les solicitan tener sexo no coital. De ahí que resulte tan importante que la pareja converse sobre sus preferencias;
4- Temor al embarazo.
5- Depresión: si la mayor parte del tiempo la mujer está deprimida, con sentimientos de tristeza, de baja autoestima, de bajo nivel de energía, problemas para dormir, comer y digerir;
6- Asuntos hormonales o médicos: si hay problemas tiroideos, cambios en los ciclos menstruales, retención de líquidos u otros cambios, deberías buscar ayuda en tu ginecólogo o endocrinólogo. También inciden negativamente ciertos medicamentos, como algunos anticonceptivos orales, tranquilizantes y antidepresivos; el alto consumo de alcohol o drogas;
7- Imagen corporal o envejecimiento: sentirse poco atractiva, no sólo por su imagen sino también por la edad;
8- Falta de atracción hacia la pareja, por diferentes causas como mala higiene corporal, mal aliento, olores desagradables y sobrepeso;
9- Sentimientos de vulnerabilidad y confianza: al hacer el amor, la mujer le demuestra al hombre que lo necesita emocionalmente. Si no existe, confianza y estabilidad de pareja, la intimidad puede producirle a la mujer un miedo que expresará inhibiendo su deseo sexual.
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