Verdades y mentiras sexuales.

-El amor consiste en llevar a cabo un acto sexual de penetración en la mujer y orgasmo mutuo, ojalá simultáneo: Es un mito. Consciente del daño que los prototipos expuestos por películas, novelas y revistas, Capponi desmiente cualquier imagen de la sexualidad de pareja concebida por muchos como “perfecta”, y que requiere de cierta periodicidad y un mínimo de duración.

De hecho, desmitifica que para la mujer, el encuentro perfecto debe terminar en su clímax.

“Muchos hombres tienen como fantasía dejar a la mujer exhausta (...) Esto genera en la mujer una cierta dificultad, porque se da cuenta que para él es muy importante el orgasmo. (Pero) ella puede tener relaciones sexuales y quedar satisfecha afectivamente, sin necesariamente llegar al orgasmo (...) Para la mujer, una relación sexual fue fantástica en la medida en que sintió la preocupación del hombre hacia ella”.

-La fuerza del deseo sexual está asociado a mayor virilidad. La mujer no debe tener tanto interés en el sexo: “Absolutamente falso”. El doctor asegura que una mujer, en una relación afectiva adecuada y sana, “tiene tanto deseo sexual como el hombre” y llegar a querer tener tantas como su compañero.

De hecho, Capponi recuerda cuán atractivo es para él que ella muestre su interés de acercarse sexualmente, y menciona que la ausencia de esto “lleva muchas veces a que el hombre ande buscando mujeres por fuera. A ellos les encanta que una mujer los encuentre atractivos”.

-El orgasmo de la mujer es más potente que el del hombre: Falso. “Son iguales. Hasta se han hecho estudios donde se describen los orgasmos a una especia de jurados, que tratan de diferenciar cuál es el del hombre y cuál es de la mujer y no dan pie con bola, son todos parecidos”.

-En la sexualidad, la conducta más agresiva está asociada a mayor virilidad, mientras la pasividad, el sometimiento y los sentimientos a una mayor feminidad: Incorrecto. “Es importante que la mujer integre los elementos masculinos, porque eso no la transforma en más viril; sino que en una mujer más interesante; y lo mismo el hombre en relación a lo femenino”.

Para esto, el doctor explica la importancia de las relaciones tempranas con los padres, que mientras más cercana tenga ella la identidad masculina representada por el padre, mayor empatía tendrá con su pareja en la adultez y viceversa con el hombre.

-En el sexo, el hombre debe ser más activo, rápido y aventurado. La mujer, más pasiva, lenta receptiva y cauta: Falso. El experto asegura que las mujeres, perfectamente pueden querer y disfrutar de un encuentro, llamado por Capponi como “quickly”, “rápido”.

“En la sexualidad, siempre hablan de que hay que hacer el sexo con amor, que es una frase un poco siútica y no dice nada. Lo importante es hacer el sexo inmigrándolo a los afectos. (...) Las parejas que se llevan bien sexualmente, a veces hacen un ‘quickly’, que si bien es un sexo que tiene un componente agresivo en el uso del otro, cuando está enmarcado en el amor, genera una complicidad muy interesante”.

De hecho, integrar el mundo afectivo a la sexualidad, sería el factor clave para que una pareja mantenga su motivación sexual por años y años, siendo el mundo interno de cada miembro, un universo que cambia con el tiempo, y, por ende, un mundo que siempre se está renovando y sorprendiendo al otro.

Por el Psiquiatra Ricardo Capponi