ESTE BLOG NO ES APTO PARA MENTES CERRADAS. NO ES APTO PARA CONSERVADORES.... ESTE ES UN BLOG QUE SURGE PARA MOSTRAR Y DAR A ENTENDER LA VIDA EN SUS MULTIPLES FACETAS….


viernes, 6 de agosto de 2010

Los hombres colombianos fingen orgasmos

Tras analizar una muestra de 1.495 hombres colombianos entre 40 y 65 años, el investigador llegó a la conclusión de que el 13% de los entrevistados ha fingido orgasmos y por varios motivos. 



El 40% lo hace o ha hecho por lo que se conoce como inhibición eyaculatoria, algo así como "quiero pero no puedo", fenómeno que generalmente se explica por problemas de ansiedad, alcohol o edad avanzada. 

Y el resto, por un "puedo pero no quiero", que obedece a varios motivos, entre ellos evitar un embarazo, presumir o reservarse para otra ocasión u otra mujer.

Que las mujeres pueden fingir con facilidad el orgasmo no se debe a sus superiores habilidades histriónicas, sino a que en ellas el clímax no deja evidencia tan rotunda como la del hombre.



Por eso el éxito de la simulación de un varón depende, en buena medida, de que use condón y evite ser cogido en flagrancia, de que haya convencido a su pareja de que es un maestro del sexo tántrico que puede controlar la eyaculación, o de que tenga eyaculaciones retrógradas,hacia adentro como les sucede a hombres a quienes les han extirpado la próstata.



¿Por qué simulan ellos los orgasmos?

No hay ningún misterio en eso. 

Lo hacen por las mismas razones que las mujeres que fingen: acceden a mantener relaciones sexuales aunque no les apetece, se les corta la inspiración en pleno acto, se cansan antes de que les llegue el orgasmo y desean terminar cuanto antes...

Las razones

Fingir como consecuencia de una inhibición eyaculatoria, condición que afecta a cuatro de cada 10 simuladores de orgasmos, puede ser síntoma de algo más complicado y afectar la calidad de vida del hombre que lo sufre, de la misma forma en que ve alterada su vida el que se enfrenta al problema opuesto: la eyaculación precoz.

La inhibición se caracteriza por la imposibilidad de alcanzar el orgasmo a pesar de la excitación y la firmeza de la erección. 

"Es uno de los temas más complicados de la sexología moderna -señala Alonso Acuña-. 

No lo hemos acabado de resolver, porque tiene múltiples causas como la edad, las alteraciones del sistema nervioso, el alcoholismo o el rechazo a la pareja".

Una situación que incluso puede llevar a que el hombre termine buscando el orgasmo pero mediante la masturbación.

Lo curioso de todo esto es que el estudio revela que a las mujeres les importa poco que sus parejas finjan el orgasmo.

Así lo confirma el 80% de los encuestados que fueron descubiertos y que aseguraron no haber recibido reproche alguno.

¿Por qué? Tal vez porque ellas saben de qué se trata y por eso no les resulta difícil ponerse en los zapatos del otro.

¿Cómo pueden fingir los hombres sus orgasmos?

Desde hace tiempo se sabe que muchas mujeres han fingido alguna vez sus orgasmos.

Algunos lo consideran, incluso, una “habilidad” exclusivamente femenina.

Pero ahora se está hablando de que los hombres también lo fingen y eso ha descolocado a más de una que no llegan a creérselo.

Muchas personas piensan que una actuación buena en el momento de llegar al orgasmo se puede engañar a un hombre y hacerle creer que su compañera ha tenido un orgasmo.

Y puede conseguirlo en no pocas ocasiones.

Pero casi nadie cree que un hombre pueda fingir sus orgasmos.

La seguridad con la que se afirma que los hombres no pueden fingirlos se basa en dos razones. 

Una es que dada su facilidad para llegar a él, a los hombres no se les plantea nunca la “necesidad” de fingirlos.

La otra es que dada las señales “evidentes” que muestra la fisiología masculina durante la actividad sexual (erección tras la excitación sexual, y eyaculación con el orgasmo), a éstos les resulta poco menos que imposible disimular nada en el sexo.

Acuña encontró en su investigación que el 19 por ciento de los hombres que admitieron haber fingido un orgasmo lo hicieron una sola vez, mientras que el 70 por ciento argumentó que lo hacía algunas veces y el porcentaje restante lo realiza con cierta frecuencia, es decir, dos o tres de cada diez relaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario