La excitación sexual es la respuesta ante un estímulo erótico. Cada persona, dependiente del género, así como también de su cultura y vivencias, responde de manera distinta.
En el caso específico de la mujer, existen algunas reacciones físicas que denotan que hay excitación sexual como la lubricación vaginal y la hinchazón de los labios internos del genital femenino. Así como también la erección de los pezones y hasta el aumento leve del tamaño de los pechos.
Según el maestro de Tao del Amor, Wu Hsien, hay otros factores que indican a un hombre sobre la excitación femenina:
. La primera de ellas es cuando la mujer emite jadeos incontenibles y entrecortados, y su voz es temblorosa o trémula.
. Cuando la mujer cierra los ojos, se dilatan las ventanillas de su nariz y se muestra incapaz de hablar debido a su agitación.
. Cuando la mirada de la mujer se fija en su compañero a quién ve profundamente y con deseo de sentirlo con su cuerpo.
. Las orejas se le enrojecen al igual que su rostro, pero la punta de su lengua se enfría levemente.
Ahora, en medio de este proceso, es posible que aparezcan pensamientos represivos que no paran en seco el natural camino de la excitación, es por esto que si este tipo de ideas bloquea el acto sexual, se recomienda que la persona acuda por ayuda profesional.
Por otro lado, puede suceder lo contrario. Hay personas que tienen tanta excitación que sienten que también caen en disfunciones sexuales. Si bien también se puede dar en mujeres, lo más común es verlo en hombres y que se traduce en el mal llamado eyaculación precoz.
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