Infertilidad masculina

Se calcula que la mitad de las parejas no pueden concebir por infertilidad masculina; para descubrir este problema es necesario que el hombre se someta a un examen de conteo de esperma, que permite determinar la cantidad de espermatozoides que contiene el semen en una eyaculación.

A través de esta prueba se detecta si el hombre tiene un bajo conteo de esperma, lo que se denomina oligoespermia. Una eyaculación normal debe contener de 20 a 150 millones de espermatozoides por milímetro cúbico. Si un hombre tiene menos de 20 millones, se considera bajo. Y es precisamente la baja concentración o conteo de esperma en el semen la causa más común de infertilidad masculina.

El procedimiento es sencillo. El varón debe eyacular en un recipiente esterilizado y no deben pasar más de dos horas entre la recolección y análisis del semen en el laboratorio, mismo que se encargará de evaluar la espesura, viscosidad, acidez y el nivel de azúcar en el semen.

Asimismo, la coagulación (tiempo que tarda en volverse espeso y sólido), movilidad de los espermatozoides, y el número, estructura y volumen de los mismos. Es indispensable no tener relaciones sexuales o eyaculación de dos a tres días antes de la prueba.

Algunas causas de un bajo conteo de esperma son:

Problemas genéticos, como el Síndrome de Klinefelter.

Trastornos hormonales (nivel bajo de testosterona).

Infecciones, Lesiones, Tumores.

Enfermedades en los testículos.

Desnutrición o deficiencia de ciertos nutrientes, como vitamina C, zinc y selenio.

Exposición frecuente al calor en saunas o tinas, Fumar.

Abusar de drogas como la cocaína y la marihuana (que reducen la cuenta de esperma hasta en un 50%).

Beber demasiado alcohol (que reduce la cantidad y la calidad de los espermatozoides).

Uso de ciertos medicamentos (quimioterapia, esteroides anabólicos y otros).

Contacto con toxinas ambientales, pesticidas y radiación.

Varicocele (dilatación de las venas en el área de los testículos).

Obesidad, Estrés.

Pasar demasiado tiempo montado en bicicleta, lo que puede dañar los vasos sanguíneos y los nervios por la presión que se pone en los testículos.

Si  como pareja han tratado de mil maneras concebir y detectan que no es posible, acudan con un especialista, pues la baja cantidad de espermatozoides puede ser la causa y en la mayoría de los casos tiene solución.