¿Nunca te has atrevido a salir de la habitación disfrutar del sexo en otras partes de la casa? En esta entrega de posturas sexuales, convertimos al baño en el escenario ideal para disfrutar del sexo más placentero.
En la ducha, en la pica, sentada en la taza del W.C... ¡Dejamos volar la imaginación! A continuación, desde Nosotras, te proponemos un nuevo reto sexual ¿Te atreves a poner en práctica las posturas sexuales del Kamasutra en el baño?
La taza del retrete puede dar mucho juego. Si probaste la postura de la Doma, ahora intercambia los papeles y siéntate tú. Apuesta por la postura del 'Deleite' para hacer realidad tus sueños más húmedos.
Para esta postura, debes arrimarte al borde de la taza mientras tu pareja acerca su pene a la misma altura que tu vagina. Ábrete de piernas para recibir el sexo de tu compañero y echa el cuerpo para atrás en una sutil relajación. Al mismo tiempo, el cuerpo de tu chico es envuelto por tus piernas. Es una postura para mujeres dominantes ya que eres la encargada de marcar el ritmo de la penetración.
Apoyada en el lavabo se puede poner en práctica una de las posturas sexuales favoritas de los hombres. Si os encanta el sexo salvaje, apostar por 'la Sorpresa'. Esta se lleva a cabo de pie. Tú chico se sitúa detrás de ti y te penetra desde atrás agarrándote por la cintura, mientras te vas inclinándote hacia delante. El placer es impresionante tanto para tu chico como para ti ¡Pruébala y te sorprenderás! Si quieres añadir una variación, en lugar de intentar tocar hasta el suelo, apóyate en el lavabo. Estarás más descansada.
Para las parejas afortunadas en tener bañera, sacarle partido. Probar a poner en práctica la postura de 'la Fusión'. Para ello el hombre debe echarse levemente hacia atrás colocando sus manos al costado del cuerpo, mientras tú, que llevarás la voz cantante, pasas tus piernas por encima de él. Es ideal una buena estimulación previa ya que esta postura evita el contacto manual.
Aunque creas que la ducha no da juego, te equivocas. Es un escenario ideal para poner en práctica una de las posturas más clásicas, 'el Abrazo'. Ideal para practicarla en cualquier espacio, en la ducha se recomienda que ambos tengáis los pies en el suelo. Poneros de pie uno en frente del otro y deja que tu chico frote su pene contra tu vulva. Llegados al punto de excitación, es momento de la penetración. Aunque ésta no es muy profunda, si garantiza una buena estimulación tanto del clítoris como del glande.
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