1. ¡Acéptate!
Todas tenemos algún complejo, pero ¿de qué te sirve hablar sólo de eso? Y menos, ¡con tu chico! No hay nada menos excitante que una mujer que no para de hablar de sus defectos. Él no es ni tu amiga, ni tu psicóloga, así que ¡basta! Su papel no es hacerte sentir más segura, sino compartir contigo esos increíbles momentos de pasión. Si estás entre sus brazos, significa que le gustas, deja de pensar en tus defectos y disfruta del momento.
2. ¡Excítale!
Deja que el deseo crezca, pero no te equivoques, no se trata de excitarle sólo físicamente, eso lo puede hacer cualquiera. Aprende a hacer las cosas con calma, y no te olvides que la espera estimula los sentidos. No cedas ante la tentación, deja que su excitación vaya creciendo de manera progresiva, y sobre todo no dejes que se apague. Déjale que sueñe, y luego haz sus sueños realidad.
3. ¡Déjale que mire!
En los hombres el deseo pasa por los ojos, así que ¿por qué quitarle ese placer? No apagues la luz, o intenta dejar siempre alguna fuente de iluminación, por ejemplo unas velas, y deja que él te mire. Opta por unas posturas excitantes, y deja que la sensualidad femenina que llevas dentro fluya.
4. ¡Exprésate!
Expresa tus deseos y tu placer. Déjate llevar, él se sentirá elogiado y mostrará más entusiasmo e iniciativa. Además, tú te sentirás más libre
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